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Enumero a continuación una serie de factores psicológicos y sociales que contribuyen a provocar, precipitar o mantener una disfunción tanto en hombres como en mujeres, aunque realmente algunas son más específicas de algunas disfunciones y sexos.

Cuando en Sexología discutimos sobre si las disfunciones son de causa física o psicológica al final llegamos en la mayoría de las ocasiones a un empate técnico. En realidad la Sexología es una ciencia psico-somática, es decir ambos factores están absolutamente implicados, e incluso añadimos los factores sociales, medioambientales y espirituales. Pues la conducta sexual humana no son unos genitales interactuando con otros miembros de la especie sin que el resto de su organismo se entere. En la conducta sexual humana las emociones, la educación recibida, el medio dónde me desarrollo, la otra persona con la que me relaciono, etc. tendrán una vital importancia.

Así un fallo de un día en una única relación, por ejemplo por un simple resfriado que me tenga con mal cuerpo, puede facilitar que ese día yo no consiga excitarme y no responda (bien con la erección o con lubricación suficiente para que no duela la penetración), pero si el resfriado se cura a los pocos días todo puede volver a la normalidad o la persona puede comenzar a temer que le ocurra lo de la vez anterior y a partir de ahí la ansiedad y el miedo a la ejecución van a hacer que la disfunción se mantenga. La pregunta sería: ¿esta disfunción es física (por el resfriado) o psíquica (por el miedo)? Si bien es cierto que algunas enfermedades orgánicas provocan directamente una disfunción la mayoría de las ocasiones cuando los pacientes acuden a consulta ya pudieron curarlos de aquella enfermedad pero sin embargo la disfunción permanece más aún si la persona sufre algún trastorno emocional aunque sea de causa distinta.

  1. Factores predisponentes
    • Educación moral y religiosa restrictiva (erotofobia)
    • Consumo habitual de pornografía (se han demostrado incluso daños orgánicos en cerebro) o inicio de consumo a muy tempranas edades.cerebro pornográfico
    • Relaciones entre padres, biológicos o adoptivos deterioradas, malos tratos o abusos
    • Modelos paternos inadecuados, madres o padres depresivos o ansiosos generarán una mayor facilidad para que los hijos/as padezcan cuadros parecidos.
    • Inadecuada información sexual o inadecuada educación en hedonismo
    • Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia
    • Inseguridad en el rol psicosexual durante los primeros años
    • Trastornos de la personalidad, perfeccionistas, laborópatas, ansiosos, controladores, obsesivos, machistas, poco hedonistas, erotofóbicos, etc.
  1. Factores precipitantes
  • Disfunción sexual previa
  • Problemas generales en la relación de pareja, parejas sin comunicación o con una comunicación excesiva (sincericidio)
  • Infidelidad, separaciones, vuelta a relaciones esporádicas
  • Expectativas poco racionales sobre el sexo (habitual en consumidores de pornografía)
  • Disfunción de la pareja con quien se relaciona
  • Algún fallo esporádico (conocidos popularmente como «gatillazos»)
  • Reacción a algún trastorno orgánico
  • Cambios en la edad y los lógicos cambios en la respuesta
  • Depresión y ansiedad
  • Experiencias sexuales traumáticas
  • Estrés, la actual situación económica está generando graves problemas
  • Aborto (en ocasiones, sobretodo en personas que previamente no aceptaban tal posibiidad)
  • Momentos especiales (episodios de cansancio, ansiedad o depresión, desequilibrios en autoregalos o en “costo-beneficios”)
  • Cambios durante el embarazo y parto
  1. Factores mantenedores de la disfunción
  • Ansiedad ante la interacción sexual, mecanismo de autoobservación
  • Pensamientos catastrofistas
  • Anticipación de fallo o fracaso
  • Sentimientos de culpa, enojo hacia la pareja
  • Falta de atracción entre los miembros de la pareja
  • Escasa comunicación entre la pareja
  • Problemas generales en la relación de pareja, celos, exigencias del otros
  • Miedo a la intimidad
  • Deterioro de la autoimagen
  • Escasez de estímulos eróticos
  • Miedos o fobias específicas
  • Escaso tiempo de erótica antes de una penetración rutinaria, pérdida del morbo en parejas estables, relaciones coitocéntricas
  • Trastornos emocionales y/o mentales (depresión, alcoholismo, anorexia, ansiedad)
  • Consumo de pornografía como sustituto de la relación en pareja
  • La no aceptación del propio cuerpo tal cual es genera grandes problemas

Listado modificado por mí de Farré y Lasheras.

Treinta y dos años trabajando en consulta de sexología clínica me han hecho comprobar como todos estos factores están en prácticamente la totalidad de los casos y son la causa de que las terapias sexuales requieran de trabajo de modificación de conducta o de otras técnicas psicológicas y que desgraciadamente el mercado farmacéutico y una buen cantidad de médicos ha reducido al tratamiento con una pastilla. Si se trata de facilitar la erección solamente, puede servir esa pastilla, pero levantar el pene no va a solucionar todos los mecanismos implicados. De ahí que al poco tiempo de uso de estos fármacos la mayoría de las personas acaban buscando otros medios.

Si tiene alguna dificultad sexual, acuda a profesionales de la Sexología, esta es una ciencia psicosomática con mucha investigación médica, psicológica, sociológica, antropológica, etc… científica a sus espaldas. Y para facilitarle la consulta he creado una consulta online

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